Cuando queremos saber si algo está caliente o frío, a menudo usamos un termómetro. Un termómetro es como una herramienta para ver qué tan caliente o frío está algo. Pero hay un termómetro especial llamado termopar que puede medir la temperatura aún más precisamente que los termómetros normales. Pero los termopares son interesantes porque básicamente son dos tipos diferentes de metales unidos en un extremo. Si un extremo del termopar se calienta o enfría, genera una señal eléctrica. Esta señal indica cuál es la temperatura. ¡Esta es una solución inteligente para la medición de temperatura!
Los termopares son extremadamente útiles y encuentran aplicaciones en diversos campos como dispositivo de medición de temperatura. Los termopares económicos son esenciales, por ejemplo, en las fábricas de acero. Ayudan a los trabajadores a monitorear la temperatura del acero durante los procesos de calentamiento y enfriamiento. Si hay algo que necesitas para hacer un acero fuerte, es la temperatura correcta, y esto es crítico. Los termopares también se utilizan en plantas eléctricas para monitorear la temperatura del vapor y el gas. Ese vapor y gas se aprovechan para producir electricidad para nuestras casas y escuelas. En electrodomésticos como hornos y calefactores, los termopares pueden encontrarse incluso en nuestras casas. Aseguran que nuestra comida se cocine como debe y que nuestras casas permanezcan cálidas y cómodas.
Existen varios tipos de termopares, todos compuestos por diferentes metales. Si deseas medir rangos de temperatura diferentes, algunos termopares son más adecuados para la medición de altas temperaturas y otros termopares son más efectivos para la medición de bajas temperaturas. Esto es crucial ya que necesitamos usar el termopar apropiado dependiendo de lo que estemos midiendo. Por ejemplo, un termopar de silicio sobre aislante debe usarse cuando queremos medir temperaturas muy altas. ¿Estás intentando elegir un termopar? Deberías considerar qué rango y precisión deseas para tus mediciones de temperatura. La elección correcta nos ayudará a optimizar nuestra salida y asegurarnos de que las mediciones que tomemos sean válidas.
Hay muchas ventajas al usar termopares. La principal ventaja es que son extremadamente precisos. Son capaces de registrar la cercanía al valor real de la temperatura, lo cual es muy beneficioso en condiciones extremas. Por ejemplo, en el caso de calor extremo o frío extremo, los termopares pueden proporcionar mediciones precisas. Los termopares también son muy fuertes y duraderos. No se agrietarán ni se dañarán por el calor extremo. Esto los hace utilizables en entornos duros donde los termómetros convencionales podrían fallar. Además, los termopares son extremadamente confiables. No es necesario reemplazarlos durante mucho tiempo, ahorrando tiempo y dinero a las industrias que necesitan mediciones de temperatura regulares.
Tipo K: Las termopares tipo K están hechas de níquel y cromo y se utilizan para medir temperaturas entre -200°C y 1372°C, son extremadamente robustas y pueden usarse en una variedad de ubicaciones, lo que las convierte en una de las termopares más populares disponibles en diferentes industrias.
Tipo T: Las termopares de tipo T con metallurgia de cobre y níquel pueden manejar un rango de temperatura de -270°C a 400°C. Tienen una excelente precisión a bajas temperaturas. Por lo tanto, se utilizan ampliamente en congeladores y refrigeradores, donde el objetivo es mantener la materia fría.
Existen otras combinaciones de termoelementos y cada una de ellas tiene un rango de temperatura de operación diferente y otras características, como puedes imaginar: tipo K: hecha de cromo y níquel, con un rango de temperatura de operación desde −270 °C hasta +1372 °C; tipo E: También hecha de níquel y cromo, ofrece un rango de temperatura desde −200 °C hasta +1000 °C, aunque tiene un nivel de precisión más alto; tipo T: (Constantán y cobre) tienen un rango de temperatura desde −200 °C hasta +350 °C usados en aplicaciones como refrigeración y criogenia; tipo J: (hierro y constantán) y finalmente tipo S (oro y platino) con un límite de 1540 °C que se usa menos debido al costo del oro.